domingo, 13 de diciembre de 2009

Designan a Juan Pablo Duarte adjunto de Santana en el Sur

Santo Domingo. La Junta Central Gubernativa ha designado al Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, como adjunto del general Pedro Santana en los ejércitos expedicionarios del Sur.

La noticia le fue comunicada al señor Duarte en una carta enviada por la Junta, fechada ayer.

En la misiva, se le ordena su traslado inmediato a Sabana Buey en compañía de su estado mayor y de una división de tropas al mando del teniente Coronel Pedro Alejandrino Pina.

La orden dada a Duarte se justifica en la necesidad de que "además del Jefe del Ejército Expedicionario General Santana, haya otro oficial superior que pueda reemplazarle y que le ayude y coopere en la defensa de la Patria".

La carta también instruye a Duarte a ponerse de "acuerdo con dicho General Santana para todas las medidas de seguridad y defensa, procurando que sean en armonía con nuestra resolución de ser libres o morir y según los principios que hemos proclamado".

Es evidente que esta carta es la primera reacción oficial al movimiento realizado el día 19 por Santana de retirar sus tropas a Sabana Buey, luego de la espléndida victoria de Azua.

En los círculos políticos de la capital no se ha comprendido bien el movimiento y entre personas ligadas a los círculos trinitarios se ha criticado acremente la medida, tildándola de otra nueva maniobra para justificar la intervención de los franceses en los asuntos internos de los dominicanos.

La carta puede ser también el resultado de la impaciencia del señor Duarte por entrar en acción y ofrecer sus servicios de manera más efectiva a la causa de la independencia. Queda por verse, sin embargo, la forma en que reaccionará el general Santana a esta prueba de desconfianza implícita en la nota y el efecto que la presencia de Duarte tendrá en los cuarteles dominicanos del Sur donde es prácticamente desconocido por los soldados, en su mayoría leales a Santana.

No deja de preocupar, sin embargo, el hecho de que la retirada de Azua, como ha afirmado un testigo de los acontecimientos, ha venido a desvirtuar los efectos de la batalla "quitándole toda su importancia política y militar".

Este hecho inesperado ha alarmado a la Junta Central Gubernativa, que ahora pone en duda la capacidad militar y las aptitudes guerreras del general Santana y le envía un oficial del prestigio del general Duarte, cuya posición con relación a la independencia no está sujeta a dudas.

El puesto de Duarte como Comandante del Departamento de Santo Domingo, será ocupada por el General José Joaquín Puello, uno de los más fervorosos febreristas.

Junta anuncia victorias

Santo Domingo . En un comunicado emitido ayer, la Junta Central Gubernativa da a conocer al pueblo dominicano el inicio de las hostilidades y las primeras victorias de las armas dominicanas en la defensa de su independencia.

Llama la atención, sin embargo, la forma superficial en que está redactado el documento, que no ofrece detalles de los hechos y no hace mención de ningún parte oficial de los encuentros.

El texto del comunicado de la Junta se publica a continuación:

Dios, Patria y Libertad República Dominicana

Santo Domingo y Marzo 21 de 1844, y de la Patria. La Junta Central Gubernativa

Al Pueblo y al ejército. Dominicanos:

Ni la justicia de nuestra causa, ni la conducta noble y generosa que hemos tenido con los haitianos, han sido bastantes para que se nos hubiesen guardado aquellas consideraciones que atrae sobre sí la opinión pública: la voluntad general de los pueblos, siempre respetable, y los principios del derecho de la guerra entre naciones civilizadas.

Los haitianos han provocado las hostilidades, y nos han agredido, sin siquiera hacernos una comunicación, y sin responder a las notas oficiales que hemos dirigido a su Presidente. Tal ha sido el desprecio que han agregado a sus vejaciones anteriores, pensando sin duda que, con su presencia sola, volverían a dominarnos para tratarnos peor que nunca; pero el Omnipotente, que protege nuestra causa ha querido que en tres encuentros que hemos tenido con ellos, en Neiba y Azua, nuestras armas hayan salido vencedoras, principalmente en la jornada del día 19 en que ha sido considerable el número de muertos y heridos de su parte habiéndose visto en la precisión de abandonar el campo después de tres horas de combate.

¡Dominicanos!, si es glorioso para vosotros el haber usado de moderación y de generosidad, ya es un deber correr a las armas, volar a la victoria, unirnos para ser invencibles, defendiendo la Patria, la Libertad, y nuestros derechos.

Viva la Religión!

Viva la República Dominicana!

Vivan los bravos!

El Presidente de la Junta, Bobadilla.- Caminero.- Abreu.- Félix Mercenario.- Carlos Moreno.- J. Tomás Medrano.- Echavarría.- El Secretario de la Junta, S. Pujol.

Hérard ocupa Azua

Azua. Las tropas haitianas han ocupado esta población luego de comprobar que las tropas dominicanas habían abandonado completamente el lugar de su victoria del pasado día 19.

Las tropas de Hérard marcharon por el camino de San Juan hasta la población, luego de ser reforzadas por la columna del general Souffrant que venía de Neyba a marcha forzada para unírsele antes de la batalla. La ausencia de estas tropas en el combate fue un factor decisivo en la victoria dominicana.

Las tropas de Hérard, una vez ocupado el pueblo, procedieron a enterrar a los muertos del combate, que todavía permanecían en el campo de batalla. Inmediatamente después, el presidente Hérard pronunció una arenga a sus tropas, haciéndoles jurar que no cesarán en su empeño de llegar a las puertas de Santo Domingo y derrotar los intentos dominicanos.

Las palabras de Hérard fueron las siguientes: "Soldados, cuento con vuestro valor y con el honor vinculado a vuestras banderas. Azua os abre las puertas de Santo Domingo; marcharéis conmigo hasta esa ciudad rebelde, adonde las viejas tropas del Norte van a rechazar a los insurgentes sordos a la voz de la fraternidad. Jurad, pues, todos, no regresar a vuestros hogares sino después de haber reducido a los perversos que conspiran por la ruina de los hijos de Haití".

Llama la atención, la implícita llamada de atención a las deserciones, uno de los principales problemas que tiene el ejército haitiano en estos momentos y el tratar de levantar la moral de los soldados, que no debe ser muy alta.

Los haitianos desconocían la desocupación de la ciudad de Azua y estaban a la espera de noticias. El Diario de la Independencia ha sabido que los haitianos se enteraron de la desocupación de Azua por "una mujer que regresaba de una peregrinación y que, al atravesar la villa, la encontró solitaria".

El hecho de que los haitianos no se hubieran siquiera molestado en enviar patrullas a explorar la situación, ofrece un estado de la moral de sus comandantes y de su ejército, luego de la derrota del día 19.

La retaguardia dominicana, comandanda por el Coronel Antonio Duvergé, ante la llegada de la columna del general Souffrant, se retiró ordenadamente hacia las escarpadas sierras de El Maniel, por la ruta de Resolí y Las Yayitas, desde donde opera en forma de guerrillas contra los haitianos.

Con esta retirada, el Coronel Duvergé corona su memorable actuación en la batalla de Azua del 19 de marzo y se cubre, nueva vez, de gloria. Tomado del Diario Libre, Diario de la Independencia. Foto de Duarte y Ant. Duverge

Juan Pablo Duarte llega a Santo Domingo

Se le recibe como héroe, pueblo acude al muelle a recibirlo, ya se habla de nombrarlo padre de la patria.

Duarte llegó en La goleta-bergantín "Leonor", capitaneada por el Almirante Juan Alejandro Acosta, tambien vinieron sus compañeros de exilio Pedro Alejandrino Pina y Juan Isidro Pérez.

Santo Domingo, 15 de marzo de 1844. - En una espontánea manifestación de júbilo como no se recuerda en esta ciudad, fue recibido en la mañana de ayer el fundador de la nacionalidad dominicana, Juan Pablo Duarte, a su llegada del exilio…

La goleta-bergantín "Leonor", capitaneada por el Almirante Juan Alejandro Acosta, que lo trajo, fue avistada en la madrugada de ayer, pero no fue sino hasta las siete de la mañana de hoy que entró a puerto. Sin embargo, ya todo el pueblo estaba enterado de la noticia y concurrió al muelle a recibirle.

Junto a Duarte viajan sus compañeros de exilio Pedro Alejandrino Pina y Juan Isidro Pérez, así como los miembros de la comisión enviada por la Junta Central Gubernativa expresamente a buscarle.

El primero en aparecer sobre la borda lo fue el señor Duarte, quien fue aclamado por la multitud. Al acercarse a tierra, el Arzobispo de Santo Domingo, Monseñor Tomás de Portes e Infante, quien se hizo acompañar del clero de la ciudad, lo saludó con un ¡Salve al Padre de la Patria! y lo abrazó. Las tropas presentaban armas, y las cornetas y tambores de las armas dominicanas entonaban un saludo al recién llegado.

Desde la fortaleza se disparó una salva de 21 cañonazos, homenaje de jefe de estado al caudillo de la revolución independentista.

Terminado el recibimiento en el muelle, la comitiva inició la marcha hacia la ciudad entrando por la puerta de San Diego, para tomar la calle de Las Damas y de allí a la calle de El Conde hasta la plaza de armas, donde fue aclamado de nuevo por el pueblo y las tropas y proclamado como jefe del ejército.

De la plaza de armas, se dirigió entonces a la sede del gobierno donde recibió el saludo de todos los miembros de la Junta Central Gubernativa y de antiguos trinitarios y comunicados.

En esa reunión, Duarte, para sorpresa de todos los que no lo conocían, da una muestra extraordinaria de su desprendimiento poniendo su persona al servicio de la independencia sin exigir nada a cambio. Inmediatamente fue designado por la Junta Central Gubernativa, miembro de ella, General de Brigada y Comandante del Departamento de Santo Domingo.

Duarte trajo una pequeña cantidad de pertrechos de Curaçao, que serán de utilidad para la causa de la independencia, ahora que se han abierto las hostilidades en la frontera sur y que el ejército dominicano marcha hacia esas líneas de defensa.

El recibimiento en casa de su madre fue muy emotivo, pues como se sabe, el padre de Duarte, Juan José Duarte, falleció mientras su hijo se encontraba en el exilio. La casa todavía estaba de luto por la pérdida, pero el día de ayer fue día de fiesta en la morada.

Al lamentarse la madre del patricio de que su padre no hubiera podido presenciar el triunfo de las ideas de su hijo, que era su propio triunfo, el Pbro. José Antonio de Bonilla le dijo: "los goces no pueden ser completos en la tierra, y si su esposo viviera sería para Ud. hoy un día de júbilo que sólo se puede disfrutar en el cielo. Dichosa la madre que ha podido dar a la patria un hijo que tanto la honra".

La presencia de Duarte en el país, sin duda, tendrá un importante impacto sobre las negociaciones que se están conduciendo con Francia para buscar su protectorado. Se sabe que Duarte es intransigente en su nacionalismo y que las vacilaciones de algunos de los miembros del grupo trinitario cambiarán a la llegada del líder de la independencia "pura y simple".

Lo que ocurrirá en la Junta Central Gubernativa ahora que Duarte forma parte de ella, no puede ser predicho, pero lo más probable es que los proyectos de protectorado comiencen a navegar en aguas más tormentosas a partir de este momento.

La llegada de Duarte constituye un soberana manifestación del pueblo de que apoya su obra tal como él la idealizó y ésto no puede haber pasado desapercibido a los conservadores miembros de la Junta. Vamos a esperar el desarrollo de los acontecimientos.

Movimientos del ejército haitiano

Nuestros informantes en la frontera Sur nos comunican que ayer, el general Agustín Souffram con su división de unos 10,000 hombres llegó a Neyba, región que estaba controlada por los regimientos 20 y 21, luego de los combates de Cabezas de las Marías.

Por su parte, la división que encabeza el propio presidente Hérard, que viaja por el camino de Las Caobas, pasó por Comendador (Elías Piña), y se acerca a las inmediaciones de San Juan de la Maguana. El comandante de su vanguardia lo es el veterano general Thomas Héctor, y el general Riché lo es de su retaguardia.

Estas informaciones nos hacen pensar que las avanzadas haitianas estarán llegando a Azua alrededor del día 17, si es que no hay algún movimiento de las tropas dominicanas que retarden su marcha.

Esto es muy importante para que el ejército dominicano pueda tomar las mejores posiciones de combate y entablarlo en las condiciones mas apropiadas posibles para las armas dominicanas.

La Independencia es una realidad:

Santo Domingo se pronuncia

Matias Ramon Mella dispara un
trabucazo en la puerta de la misericordia.

Crean junta de gobierno, La Junta está compuesta por los principales líderes del movimiento, Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Mella, Tomás Bobadilla, Remigio del Castillo, José Joaquín Puello y Manuel Jiménez

Santo Domingo. 28 de Febrero, 1844.- Los diferentes grupos dominicanos que buscan la independencia nacional, reunidos anoche, con las armas en la mano, tomaron prácticamente la ciudad y han proclamado la independencia del país del dominio haitiano.

En un golpe, en el que hubo un muerto, los amotinados se reunieron primeramente en la denominada Puerta de la Misericordia, desde donde, luego de dada la señal convenida, que era un disparo de fusil, marcharon hacia la Puerta del Conde, a tomarla.

Uno de los soldados de custodia intentó resistir la toma, pero fue convencido por el comandante del lugar, teniente Martín Girón de que toda resistencia era inútil y se entregó a plaza.

Posesionados de ese punto estratégico, se organizó la resistencia y se puso en autoridad al primer gobierno del país, la Junta Central Gubernativa, que de modo provisional gobernará la república hasta la constitución formal de sus autoridades. La designación de esta Junta estaba anunciada en la Manifestación del 16 de enero pasado, primer documento público del naciente estado.

La Junta está compuesta por los principales líderes del movimiento, Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Mella, Tomás Bobadilla, Remigio del Castillo, José Joaquín Puello y Manuel Jiménez, quienes inmediatamente organizaron la defensa y despacharon efectivos para controlar las posiciones claves de la capital del nuevo estado.

El golpe fue dado luego de recibirse las seguridades de que las tropas de la región del Este marchaban hacia Santo Domingo al mando del general Pedro Santana. José Cedano y tres seybanos formaban la delegación que comunicó la noticia y se encontraban entre el grupo que tomó la Puerta del Conde.

El hijo del presidente Hérard, Deó, quien salió a reconocer lo que sucedía, fue recibido con disparos que lo obligaron a retornar a la Torre del Homenaje, donde se han concentrado las tropas haitianas. Estas se encuentran sitiadas allí, lo que ha evitado, hasta ahora, el derramamiento de sangre.

La Junta Central Gubernativa procedió entonces a preparar los documentos que presentaría a las autoridades haitianas para intimar su rendición y la entrega de la plaza. Se ha sabido que los haitianos preparan una comisión para investigar las pretensiones de los dominicanos. Todavía reina alguna confusión y llegan noticias de varios lugares cercanos que hablan de pronunciamientos de otros pueblos.

Lo que es cierto es que los dominicanos han proclamado su decisión de ser libres y se disponen a defender el honor nacional con todas las fuerzas de su ser.

Lo que pasó el 27 de Febrero

Conquistado por Manuel Jiménez el teniente Martín Girón, jefe de la guardia de la Puerta del Conde, se eligió el histórico baluarte para dar el grito sacrosanto de Separación, Dios, Patria y Libertad, y desplegar a los cuatro vientos la bandera de la cruz, de modo que citados para encontrarse reunidos allí a las diez de la noche, acudieron sin vacilaciones ni temores, Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Mella, Manuel Jiménez, Vicente Celestino Duarte, Tomás Bobadilla y José Joaquín Puello, a la cabeza de grupos parciales en que figuraban Jacinto y Tomás de la Concha, Remigio del Castillo, José Gertrudis Brea, Pedro Valverde y Lara, Juan y Santiago Barrientos, Martín, Gabino, Eusebio y José Puello, Juan Alejandro Acosta, Gregorio y Francisco Contín, Celestino, Feliciano y Pedro Martínez, Marcos Rojas, Manuel Mora, José Mana y Fernando Serra, Martín Puche, Emilio Parmantier, Ángel y Agustín Perdomo, Manuel y Wenceslao Guerrero, Joaquín Montolío, Manuel Dolores Galván, Juan y José Antonio Pina, Jacinto y Antonio Brea, Fermín González, Narciso y Andrés Sánchez, Ventura Gneco, Félix María Delmonte, Juan Ruiz, José Llaverías, Wenceslao de la Concha, Leandro Espinosa, Francisco, Pedro Antonio y Justiniano Bobea, Diego y Julián Hernández, Jaime Yepez, Joaquín Gómez Grateró, Mariano Echavarría, Luis Betances, Benito González, José Pichardo, Benito Alejandro, Félix Mariano Lluberes, Julián Alfau, hijo, Pedro Tomás Garrido, José Cedano y tres seybanos más compañeros suyos.

Al llegar los primeros grupos a la Puerta del Conde, trató de hacer armas contra ellos el sargento Juan Gross, que lo era de la guardia, pero contenido por el teniente Girón, se adueñaron del puesto sin un tiro, procediendo en seguida José Llaverías a abrir la puerta con una bayoneta, para dar entrada a la gente de la villa de San Carlos que conducía Eduardo Abreu.

Acto continuo fue desarrajado el almacén de pólvora, que estaba situado entre los baluartes del Conde y de la Concepción y con los artilleros que habían entre los pronunciados alistó el teniente Ángel Perdomo las piezas de cañón que estaban montadas arriba del fuerte, se pusieron centinelas avanzadas en todas las direcciones, y se tomaron otras medidas que les permitieran mantenerse a la defensiva en casos de ser atacados.

De ahí que deseando el coronel Deó Hérard cerciorarse personalmente de la importancia de ella, se brindara para ir a hacer un reconocimiento acompañado de algunos oficiales, pero como al contestar el primer "quién vive" le hicieron fuego, se vio obligado a retroceder a La Fuerza...

En este momento hubo en la Puerta del Conde las vacilaciones consiguientes a la mala organización que todavía reinaba, pero pronto se restableció la confianza, y garantizándose el orden con el reconocimiento de una junta gubernativa provisional de la ciudad, que constituyeron de hecho los encabezados principales, Francisco del Rosario Sánchez, Manuel Jiménez, Ramón Mella, Tomás Bobadilla, José Joaquín Puello y Remigio del Castillo; de modo que en la madrugada se decidieron a disparar los tres tiros de alarma y a tocar la diana memorable que entonó la situación, despertando al vecindario, que lleno de alborozo se preparó para saludar el primer sol de la libertad.

A Juan Alejandro Acosta se le confió entonces la misión de ir a ocupar la marina y encargarse de la defensa de las márgenes del Ozama a la cabeza de un puñado de hombres de confianza; pero como se contaba con el sargento Juan Isidro Días, que estaba de guardia en la aduana, y se había comprometido a entregar el puesto, y el capitán Leandro Espinosa persuadió a Puello de la necesidad de posesionarse de la aduana, sin perder más tiempo. Así se hizo sin encontrar dificultad, porque el oficial de la guardia, capitán Miguel Deschape se adhirió de lleno al movimiento.

Los patriotas se decidieron entonces a ir sobre la Capitanía del Puerto, que ocuparon haciendo algunos disparos innecesarios, los cuales ocasionaron la muerte de uno de los marineros que estaban en servicio.

Inmediatamente, establecieron guardias en las puertas de La Atarazana y San Diego, dejando al Gobierno reducido a La Fuerza, de manera que al amanecer ya los haitianos estaban persuadidos de que su derrota era inminente.

Resistencia en Monte Grande

MONTE GRANDE, Santo Domingo. Esta comunidad formada por negros descendientes de esclavos, se ha negado a rebelarse contra las autoridades haitianas, a menos que reciba las seguridades de que la esclavitud no será reinstaurada en el país.

El incidente ha ocurrido cuando delegados de los revolucionarios se apersonaron al lugar para buscar el apoyo de sus moradores.

La Junta Central Gubernativa ha despachado a su principal negociador Tomás Bobadilla, a fin de convencer a los moradores de la falsedad de la noticia.

Bobadilla les recordará que la Manifestación del 16 de Enero proclama la prohibición de la esclavitud y les asegurará que el nuevo gobierno no alterará el status de la población de raza negra.

Restaurantes y alojamientos en Santo Domingo en donde pueden desgustar deliciosa comida

La comida en la República Dominicana es deliciosa. Si quieres ver cuales son los platos más típicos puedes visitar la sección de Gastronomía.

Gran parte esencial de la dieta dominicana es el arroz combinado con diferentes tipos de carne. Cada región tiene sus propios platos típicos.

En Santo Domingo capital hay multitud de restaurantes. Además de los establecimientos que sirven comida típica dominicana hay un gran surtido de restaurantes de cocina internacional : francesa, española, argentina, italiana, arabe, etc.

Casí todos los hoteles en Santo Domingo cuentan con varios restaurantes y casi siempre hay uno dedicado a la cocina típica dominicana.

- En el hotel Santo Domingo ( Avenida. Independencia con Abraham Lincoln ) se encuentra El Cafetal. Este restaurantes sirve desayunos, comidas y cenas tipicamente de comida dominicana. También ofrece alguna alternativa italiana en las cenas.

En este mismo hotel también hay otro fantástico restaurante llamado "The Alcazar" con especialidad de carnes, mariscos, pastas y ensaladas.

- En el hotel Renaissance Jaragua ( Avda. George Washington - El Malecón ) se encuentra el Café Jaragua. Es muy cómodo y abren las 24 horas del día. Su especialidad es el Sancocho dominicano, no te lo pierdas....el pollo frito tambien es exquisito.

En este hotel también hay un restaurante llamado "Latino" que combina exquisita comida dominicana con excelentes y tradicionales platos de otros paises latinoamericanos. Si vas a cenar a este hotel podrás quedarte a disfrutar y bajar la comida bailando en su fantástica sala de fiestas o entrar a jugar a su enorme casino.

- El mejor italiano que hemos probado ha sido el "Restaurante Vesuvio" ( Avda. George Washington 521 - El Malecón ), sirve antipasti calientes y fríos y diferentes pastas.

- Si te encanta el marisco y quieres comer la estupenda y asequible langosta del mar Caribe puedes ir a el "Bucanero" ( Avda. de España - Puerto Sans Souci), gran surtido de pescados y mariscos.

- Para las parejas de románticos el restaurante del Hotel Lina ( Avda. Máximo Gómez ) puede ser una buena idea para comenzar una velada. Un poco de todo, marisco, carnes, pastas. Música de piano en vivo.

En esta guía de restaurantes podrás seleccionar por tipo de comida y precio todos los restaurantes en Santo Domingo y en otras ciudades de la República Dominicana..!buen provecho. !

La belleza escondida de la Península de Samaná

Península de Samaná - República Dominicana
La Península de Samaná se adentra al noreste del país en el océano Atlántico rodeada de playas de fina arena blanca siendo uno de los lugares clave para observar las ballenas en el mar. Aquí se encuentra uno de los principales parques nacionales del país : Parque Nacional de los Haitises. Ver Parques Nacionales.

Esta región ha sido durante muchos años muy independiente del resto de la isla principalmente por su dificultad de acceso. Muchos de los habitantes de esta región son descendientes de esclavos traidos desde los Estados Unidos y otros paises antillanos. Es común oir apellidos de los locales como Martin, Smith, Johnson, Green, etc.

Muchos de los turistas llegan a esta zona con el fin de visitar el Parque Nacional de los Haitises y ver las ballenas jorobadas en el Atlántico. La penetración de esta península en el mar hace muy fácil el observar a estos mamíferos que llegan a esta zona huyendo de las frias aguas del Atlántico Norte en los meses de invierno.

Se las puede observar nadando muy cerca de la costa. Durante su estancia en estas aguas se aparean y dan a luz a sus ballenatos.Los complejos turísticos son escasos en Samaná. Los aeropuertos son muy pequeños y las flotas de grandes aviones no pueden operar en estos aeropuertos.

Unicamente aviones pequeños y avionetas son las que operan vuelos domésticos a la península de Samaná. El objetivo por parte del gobierno dominicano es ampliar estas infraestructuras e incrementar la industria turística en esta zona.

La mayoría de los complejos hoteleros están situados en las poblaciones de Las Terrenas, Sánchez, Las Galeras y Samaná. Uno de los más atractivos es El Portillo Beach Club, situado en la localidad de El Portillo a pocos kilómetros de Las Terrenas, que cuenta con una pequeña pista de hierba para avionetas y un gran surtido de instalaciones deportivas.

La capital se llama Santa Bárbara de Samaná, aunque se la llama simplemente Samaná. Fué descuebierta por Colón en su primer viaje y desde aquí partió a dar la noticia del Descubrimiento a los Reyes Católicos. Destaca su Malecón o paseo marítimo donde se encuentran algunos hoteles como el Tropical Lodge.

Desde el Malecón parten la mayoría de los barcos y excursiones por l bahía de Samaná para ver las ballenas jorobadas. Casi todas la embarcaciones hacen una parada en la isla de cayo Levantado, la más famosa de la bahía.

La zona de mayor afluencia turística en los últimos años ha sido y es Las Galeras, situada al noreste de la península de Samaná es un auténtico paraiso y lugar para el descanso. Sus playas más conocidas son las de Rincón, Playa Colorado y Playa Madame.

Juan Pablo Duarte aporta sus bienes a la Independencia

Escribe carta a sus familiares desde Curaçao pidiéndoles que entreguen sus bienes a la causa de la Independencia.

Curaçao, 4 de febrero de 1844. En un gesto sin precedentes en la historia del país, el líder del movimiento independentista, Juan Pablo Duarte, ahora exiliado en esta isla, ha resuelto donar sus bienes y los de su familia, a la causa de la independencia.

En una carta que enviara en fecha de hoy a su familia en la ciudad de Santo Domingo, Duarte pide a su madre y hermanos “que ustedes de mancomún conmigo y nuestro hermano Vicente, ofreceremos en aras de la Patria lo que a costa de amor y trabajo de nuestro finado padre hemos heredado”.

La solicitud, que sabemos constituirá un tremendo golpe de efecto sicológico entre los integrantes del movimiento emancipador, es una última muestra del desprendimiento y del sentido patriótico del que ya es considerado Padre de la Patria por la juventud de Santo domingo.

En la correspondencia, cuyo texto aparece en otro lugar de esta edición, Duarte afirma que “independizada la Patria, puedo hacerme cargo del almacén, y heredero del ilimitado crédito de mi padre y de sus conocimientos en el ramo de la marina, nuestros negocios mejorarán…”

Como puede verse, Duarte tiene una confianza absoluta en el triunfo de su idea de libertad y en la suerte de este país, pues se compromete a realizar todos los esfuerzos para rescatar las propiedades de su difunto padre luego de proclamada la emancipación.

El padre de Duarte, el comerciante Juan José Duarte, falleció el 25 de noviembre de 1843, cuando ya el fundador de La Trinitaria se encontraba exiliado a consecuencia de la persecución desatada en su contra por las autoridades haitianas, conocedoras de sus planes de emancipación patria.

La primera solicitud de ayuda a Duarte para los propósitos independentistas ocurrió a finales del año pasado de1843, cuando Francisco del Rosario Sánchez le envió una carta secreta, de la cual El Diario de la Independencia ha obtenido copia.

El texto de la mencionada carta dice así: “Juan Pablo Duarte: con el señor José Ramón Chaves Hernández te escribimos imponiéndote del estado político de la ciudad y de la necesidad que tenemos de que nos proporciones auxilios para el triunfo de nuestra causa; ahora aprovechamos la ocasión del señor Buenaventura Freites para repetirte lo que en otras ocasiones te decíamos, por si no han llegado a tus manos.

Después de tu salida todas las circunstancias han sido favorables; de modo que sólo nos ha faltado combinación para haber dado el golpe; a esta fecha los negocios están en el mismo estado que tú los dejaste, por lo que te pedimos, así sea a costa de una estrella del cielo, los efectos siguientes:

2,000 ó 1,000, ó 500 fusiles, a lo menos;
4,000 cartuchos, 21/2 ó 3 quintales de plomo;
500 lanzas o las que puedas conseguir.

En conclusión: lo esencial es un auxilio por pequeño que sea, pues éste es el dictamen de la mayor parte de los encabezados.
Esto conseguido deberás dirigirte al puerto de Guayacanes siempre con la precaución de estar un poco retirado de tierra, como una o dos millas, hasta que se te avise o hagas señas, para cuyo efecto pondrás un gallardete blanco si fuere de día, y si fuere de noche, pondrán encima del palo mayor un farol que lo ilumine todo, procurando, si fuere posible, comunicarlo a Santo Domingo para ir a esperarte a la costa el nueve de Diciembre, o antes, pues es necesario temer la audacia de un tercer partido, o de un enemigo nuestro estando el pueblo tan inflamad.”

Como es sabido, Duarte no pudo obtener los recursos pedidos y el plan de la independencia en diciembre se fue a pique. Quizás este fracaso, motiva la decisión actual del fundador de La Trinitaria de desprenderse de sus bienes y de los de su familia para entregarlos a la causa de la Patria.

Texto de la carta de Duarte a su familia
Curaçao, 4 de febrero de 1844.-
Mi querida madre y hermanos:

El único camino que encuentro para poder reunirme con Ustedes de independizando la Patria. Para conseguirlo se necesitan recursos, supremos recursos, y cuyos recursos son: que Ustedes de mancomúm conmigo y nuestro hermano Vicente, ofrendemos en aras de la Patria lo que a costa de amor y trabajo de nuestro finado padre hemos heredado.

Independizada la Patria, puedo hacerme cargo del almacén, y heredero del ilimitado crédito de nuestro padre y de sus conocimientos en el ramo de marina, nuestros negocios mejorarán, y no tendremos por qué arrepentirnos de habernos mostrado dignos hijos de la Patria.

Informe del Presidente Hatiano Hérard confirmando la nacionalidad Dominicana

La entrada de Hérard a
Santo Domingo, "fue triste".

Santo Domingo . El informe rendido por el presidente haitiano, general Charles Hérard Rivière (ainé), viene a confirmar la individualidad nacional de los dominicanos y su disposición de separarse del yugo haitiano.

En su informe, el Presidente Hérard describe los detalles de su visita a la parte del Este, de las medidas que tomó para frenar la revolución dominicana y la actitud que encontró en todos los lugares visitados.

La individualidad de los dominicanos, y el fracaso de la dominación haitiana se ponen de manifiesto en el mismo primer párrafo del informe cuando el presidente haitiano afirma que “en Dajabón, primer pueblo del nordeste, he encontrado un pueblo distinto, de otras costumbres, de otras inclinaciones; con un idioma diferente al nuestro, y me he visto obligado, la primera vez, a buscar intérprete para mis comunicaciones del pueblo”.

El propio presidente de la República describe su entrada a la ciudad de Santo Domingo, como “triste. Todas las puertas de los ciudadanos de origen español estaban cerradas; solamente estaban abiertas las de los ciudadanos de origen francés”.

En su informe, Hérard describe las detenciones que ordenó en los diferentes pueblos del país visitados por él y detalla algunas costumbres locales, como distintas de las habituales del pueblo haitiano.

Es interesante destacar que, como parte del informe, se detalla el descubrimiento de algunas prácticas corruptas entre funcionarios haitianos, particularmente en la ciudad de Puerto Plata donde el administrador de la ciudad y el de las aduanas del puerto se estaban enriqueciendo a expensas de los ciudadanos y del fisco.

En Macorís, cuenta Hérard, la bandera de la revolución haitiana “La Reforma”, “había sido arrastrada por el lodo” y destituídos todos los funcionarios de origen francés y cuenta del arresto de Matías Ramón Mella.

Lo más grave de todo el informe, sin embargo, es la descripción del estado de abandono en que había dejado el gobierno de Boyer a la parte del Este, pues en todos los lugares descritos por el presidente Hérard faltan elementos indispensables y en casi todos debió designar personajes dominicanos en los principales puestos públicos ante la impericia o ineptitud de los funcionarios haitianos.

Como es sabido, el presidente Hérard ocupa la presidencia de Haití desde el pasado mes de marzo de 1843, a consecuencia del triunfo de la revolución de La Reforma que derrocó el gobierno de Juan Pedro Boyer. El presidente Hérard nació en Port Salut, el 16 de febrero de 1789, y era considerado hasta su ascención a la presidencia haitiana como el caudillo militar del norte.

A consecuencia de su oposición al régimen, se vió envuelto en la conspiración que estalló en Praslin y culminó con el triunfo de los liberales haitianos.

Los dominicanos apoyaron este movimiento y en marzo pasado se pronunciaron en la ciudad de Santo Domingo, encabezados por el joven comerciante Juan Pablo Duarte. Como resultado del alzamiento las actividades revolucionarias de los dominicanos se intensificaron, lo que motivó la visita de Hérard.

A consecuencia de estas persecuciones, los líderes del movimiento independentista debieron exiliarse, como es el caso de Duarte, entre otros, y algunos, como Sánchez, esconderse y fingir su muerte para evitar las presiones de los haitianos.

Este documento viene a subrayar la certeza de las pretenciones dominicanas y el fracaso del gobierno absolutista de Boyer en lograr la unificación de las dos partes de la isla, cuya individualidad y destinos separados parece ser un hecho que sólo espera la confirmación de una proclamación formal.

Narran degüellos de Moca y Santiago

Los degüellos de Moca y Santiago han sido narrados por testigos de las ocurrencias y los mismos, pasados de tradición en tradición, han servido para ir creando un sentimiento antihaitiano que las medidas tomadas por el presidente Boyer, primero y por su sucesor Hérard después, no han hecho nada por superar.

En Santiago, el degüello ocurrió cuando las tropas se dirigían hacia Santo Domingo, a consecuencia de la resistencia que encontraron los haitianos. El de Moca, fue una consecuencia de la táctica de “tierra arrasada” cuando ya el ejército haitiano regresaba del sitio de Santo Domingo a defender sus posiciones en la parte del Oeste

Un testigo de los acontecimientos, el señor Gaspar de Arredondo y Pichardo, vecino de Santiago y uno de los pocos que escapó al degüello, narra los hechos de la siguiente manera:

... Los negros entraron en la ciudad como unas furias, degollando, atropellando y haciendo correr la sangre por todas partes. La consternación fue general. La honestidad, el pudor, la decencia, todo estaba en la calles y en las plazas a la diez del día, y aun en los templos a merced de la brutal conscupiscencia que estremecía la naturaleza.

El que escapó en el templo murió en la calle al salir. Corrían los perseguidos a buscar asilo en las casas de los sacerdotes y éstos fueron también mártires de su furor.

Este lamentable estado vino a calmar después que ya no habían quedado vivos más que los eclesiásticos y tal cual que por empeño de Campos Tavárez, se reservó como prisionero. Solo escaparon de la refriega, estando en ella don José Minuesa, don Carlos Mejías, don Simón de Rojas y el autor.

Varios paisanos viéndolos todo perdido se refugiaron en Moca y para ganar tiempo formaron de pronto una diputación que presidiera el cura Fray Pedro Gómez y Geraldino y se le presentare a Cristóbal a nombre del pueblo a rendirle pleito homenaje, lo que bastó por entonces para que esta jurisdicción gozare unos días de indulto. Cristóbal les ofreció protección autorizando al cura a continuar su ministerio.

En efecto se acercaron y nos informaron de que en Moca el 3 de abril de 1805, habían los negros pasado a chuchillo aquella mañana a todo viviente, para cuyo fin, el comandante Joubert había llegado allí con tropa, dando la orden de que las mujeres de todas clases y edades se reunieran en la iglesia y los hombres en la plaza.

Todos obedecieron creyendo que se iba a proclamar algún indulto o gracia a favor de ellos, y el indulto fue degollarlos a todos luego que se verificó la reunión prevenida, como a ovejas encorraladas.

Que los negros luego que consumaron el sacrificio espantoso, sacrílego y bárbaro, abandonaron el pueblo: El padre Geraldino no se sabía de él; después se supo que los negros se lo llevaron al retirarse del sitio que pusieron a la capital”.

Los Partidos de la Independencia

A partir de la edición del lunes, El Diario de la Independencia comenzará a publicar una serie de trabajos acerca de los diferentes partidos que buscan terminar con la dominación haitiana.

Como es sabido, por lo menos cuatro grupos se disputan la supremacía del movimiento para dar el golpe de la independencia, pero no todos persiguen los mismos objetivos posteriores.

Por una parte, están los grupos conservadores divididos en varios grupos menores, que buscan la independencia a través de un protectorado de potencia extranjera. Entre ellos los hay pro-franceses, pro-españoles y pro-ingleses, por lo menos.

Otro grupo conservador, que encabeza don Tomás Bobadilla y Briones, no está definido a favor de cuál potencia se inclina, aunque parece favorable a Francia. Por el otro lado, están los Duartistas, o de la independencia “pura y simple”, que entienden que los dominicanos tienen suficiente capacidad para dar el golpe de la emancipación sin necesidad del apoyo de potencia extranjera alguna.

Sociedad La Trinitaria, el más importante movimiento

Santo Domingo, La Sociedad Secreta “La Trinitaria”, considerado el más importante movimiento de los que persiguen la desaparición de la dominación haitiana.

La sociedad fue fundada por Juan Pablo Duarte en la mañana del día 16 de julio de 1838, día de Nuestra Señora del Carmen en la residencia de la señora Chepita Pérez de la Paz, ubicada en la calle de los Nichos, frente a la Iglesia del Carmen de esta ciudad. El propósito primordial de esta agrupación era lograr la independencia de la Parte del Este de la isla de Santo Domingo.


Por lo que hemos sabido, los miembros fundadores de la sociedad fueron el joven comerciante Duarte, y sus amigos Pedro A. Pina, Jacinto de la Concha, José Maria Serra, Juan N. Ravelo, Felipe Alfau, Félix Mª Ruiz, Benito González y Juan Isidro Pérez.

Se cuenta que los iniciados hicieron un juramento de independizar la patria o morir y que sellaron este juramento con su sangre, como señal de compromiso ineludible. Cada uno de ellos se comprometió a difundir el ideal de la independencia entre sus amigos y relacionados y a obtener nuevos adeptos a la causa.

Todos los integrantes de la sociedad son jóvenes pertenecientes a la sociedad de Santo Domingo, con edades que fluctúan entre los 27 años de edad de González y los 17 de Pina. Duarte tenía 25 años de edad, al momento de la fundación de la sociedad.

La agrupación estaba organizada en forma muy similar a la existente en organizaciones conspirativas europeas y latinoamericanas, como la de los Soles de América, de la que se ha dicho es una copia casi exacta.

La característica de esta organización es que inicia los adeptos en células revolucionarias sin que se sepa el nombre del líder de la revuelta. Cada célula revolucionaria está compuesta de tres miembros y cada miembro está en la obligación de conseguir dos miembros más, para así seguir ampliando la cadena revolucionaria.

Al cabo de unos pocos años después de su fundación, la mecha encendida por Duarte era un incendio revolucionario de grandes proporciones.

Cuando se planea en Haití derrocar al gobierno de Boyer, los dominicanos escondieron el verdadero móvil de sus actos, pues era estratégicamente correcto contribuir a la debilidad del enemigo para dar el golpe de la separación.

Es por ello que conocedores del movimiento del general Hérard para derrocar a Boyer, los trinitarios se movilizan y envían emisarios a Haití a lograr la combinación para el golpe. El segundo emisario, que hemos sabido fue el señor Matías Ramón Mella, logró hacer el contacto y obtener la participación dominicana en la revuelta.

El golpe se concretó el pasado 24 de marzo de 1843, y en la confesión que siguió, algunos exaltados dominicanos gritaron “viva la independencia”.

La conspiración de La Reforma fue la más exitosa de todas las intentadas contra el gobierno de Boyer y la misma permitió a los dominicanos participar activamente en las labores revolucionarias que se habían trazado desde la fundación de la sociedad secreta La Trinitaria en 1838.

La proclamación de La Reforma en Santo Domingo costó sangre de ambos lados. Por lo menos cinco muertos y un número indeterminado de heridos, fue el resultado de la confusión que resultó al abrir fuego las tropas y responder algunos de los amotinados. Por lo menos, cuatro soldados haitianos, incluyendo un oficial, aparecen entre las bajas, así como un joven venezolano, de nombre Toribio, de parte de los revolucionarios.

Detallan organización

Los detalles de la forma en que estaba organizada la sociedad secreta “La Trinitaria” están saliendo a flote, y de Duarte, el líder del movimiento y cerebro de la independencia.

“Imitación exacta de la célebre conspiración de los Soles de América, dice Félix María del Monte, estaba materializada por un círculo cuyo centro ocupaba el corifeo. El nombre de éste, conocido únicamente por los iniciadores principales, no podía ser descubierto por los otros”. Y afirma que tenía de especial este modo de proceder que los que daban principio a las iniciaciones de nuevos miembros estando aisladas y misteriosamente en inmediata relación con el centro.

Añade el joven revolucionario que el centro comunicaba privadamente con los primeros iniciadores, los cuales sólo conocían a dos de los iniciados y estos dos no conocían más que a otros dos que iniciaban entre personas de su confianza, normalmente parientes y amigos íntimos, y cuyos sentimientos conocían profundamente.
De este modo, afirma el señor Del Monte, se precavía el caso de una denuncia y se designaba una sola víctima, pues “dos hombres viles no podían convencer de conspiración a otros más que su iniciador, continuando así la ocupación del radio sin solución de continuidad sensible, sin remoto peligro de la disolución”.

La Trinitaria estaba organizada en células revolucionarias compuestas por tres personas: el iniciador y dos iniciados. Cada uno de éstos, tenía la obligación de iniciar a dos más y así, formar una nueva traída revolucionaria.

Los mecanismos de defensa utilizados por los primeros iniciados incluían códigos de señales, alfabeto criptográfico, seudónimos, insignias y colores.

Todos usaban un seudónimo para sus comunicaciones secretas. El seudónimo de Duarte era Arístides, Temístocles el de Ravelo, Leonidas el de Benito González, Simón, el de Alfau, entre otros. Duarte escogió el color azul, color del cielo. Según se ha confiado a El Diario de la Independencia, pidió la amarilla, pero Juan Isidro Pérez le dijo “esa es la mía, significa política.
La tuya es azul celeste, que significa gloria, y es la que te pertenece. Sánchez adoptó el color verde, que significa esperanza y la de Pina fue la roja, símbolo del “fuego sagrado que ardía en su corazón”. Estos colores eran usados para sumar el número de los nuevos afiliados al credo independentista. Así, cuando Duarte daba cuentas de los nuevos “conmilitones” como los llama Rosa Duarte, la hermana del prócer, afirmaba: tantos verdes, tantos rojos, etc.

Todos los trinitarios debían prestar un juramento de fidelidad a la patria y al credo revolucionario. La sociedad adoptó un lema uno y trino y sus labores fueron puestas bajo la égida de la Cruz de Cristo.

Es evidente que una organización de este tipo, en una ciudad tan pequeña como la de Santo Domingo, tenía una vida útil muy breve, pues en muy corto tiempo se podrían iniciar todas las personas que se consideraran confiables y necesarias para el éxito del movimiento. Es por ello, que en corto tiempo, el joven Duarte debió idear la creación de otras sociedades, ya de presentaciones teatrales para promover la idea de la independencia, ya para allegar fondos a la causa de la separación. Esas nuevas sociedades, se llamarán “La Dramática” y “La Filantrópica”.

La labor desarrollada por el adalid de la revolución ha sido el resultado del trabajo paciente y minucioso de un verdadero constructor de nacionalidades. A Duarte se debe, todo lo que se ha logrado hasta el día de hoy, en que parece estar tan cerca la independencia.

El Juramento de los Trinitarios

A continuación el juramento que debían prestar los trinitarios al ser iniciados en el movimiento, tal como lo recordó uno de los primeros miembros muchos años después de la independencia. Esta versión ha pasado a la posteridad como la verdadera.

“En el nombre de la santísima, augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente, juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes, a la Separación definitiva del gobierno haitiano y a establecer una República libre, soberana e independiente de toda la dominación extranjera, la cual tendrá su pabellón tricolor, en cuartos encarnados y azules, atravesados por una cruz blanca. Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: Dios, Patria y Libertad. Así lo prometo ante Dios y el mundo: Si lo hago, Dios me proteja, y de no, me lo tome en cuenta, y mis consorcios me castiguen el perjurio y la traición, si lo vendo”.